La mujer que se anima a recuperar su magia interior, espera de sí misma, no del otro.
Escucha su corazón y transforma sus pensamientos.
En el silencio reconoce su esencia divina.
Es libre y por lo tanto libera.
La mujer que se anima a recuperar su magia interior, espera de sí misma, no del otro.
Escucha su corazón y transforma sus pensamientos.
En el silencio reconoce su esencia divina.
Es libre y por lo tanto libera.