Desde hace miles de años la figura de la Diosa se fue distorsionando hasta desaparecer, y hoy solo existe en religión o en la imaginación.
La diosa cósmica tal como la conocían nuestros ancestros milenarios ya no vive en la consciencia de la humanidad y como consecuencia, en los últimos siglos se ha producido un gran desequilibrio entre los dos principios que rigen el Universo: El femenino y el Masculino.
Hay diosas en cada mujer.
El conocimiento de las «diosas «nos proporciona a las mujeres medios de entendernos a nosotras mismas y de entender las relaciones con los hombres, mujeres, con los padres, amantes e hijos.
Estas diosas arquetípicas son la fragmentación de la gran diosa, y todas juntas integran el círculo completo de las cualidades humanas, necesarias para sobrevivir y evolucionar.
Nos ayudan a describir y analizar pautas de comportamiento y rasgos de personalidad, maneras que puede una mujer evolucionar con un determinado patrón de diosa.
Las Diosas de cada mujer presenta una nueva psicología de las mujeres basada en las Diosas Griegas, cuyos nombres han perdurando durante más de tres mil años.
Cada diosa tiene distintas cualidades y valores, atributos humanos como la competitividad y la inteligencia.